AHORA MÁS QUE NUNCA.

La rectoría de la Educación.

 Horacio Rios Granados.

Dirigente de Nueva Alianza.

Horacio Rios GranadosDesde el año de 1989, ante la homogénea dirección del SNTE en las cuestiones educativas y sindicales y el cacicazgo de Don Carlos Jonguitud Barrios, se empezó a fraguar en Michoacán una de las más férreas formas de control gremial al seno del Movimiento Democrático Magisterial (MDM) bajo la bandera de “democracia sindical”.

A partir de esa fecha, hace ya un cuarto de siglo, se consolidó en nuestro estado, un escalafón paralelo al establecido, donde se empezó a contar la “militancia sindical” en base a una puntuación asignada a cada una de las actividades convocadas por los nuevos líderes.

“Factores escalafonarios:  (Fuente sección XVIII cnte)

a)    Antigüedad.- Cada año de servicio, tiene un valor de 33.33 puntos hasta hacer un máximo de 1000 puntos. Las fracciones de un año se calcularán proporcionalmente.

b)    Preparación.- Toma en cuenta los grados académicos alcanzados por el trabajador.

c)    Actualización profesional.- Toma en cuenta todos los cursos, diplomados y estudios de especialización autorizados por la comisión mixta de escalafón SEP-SNTE, así como los impartidos por escuelas, institutos y centros educativos públicos de educación media superior y superior, que se hayan realizado en los tres últimos ciclos escolares. Los cursos con un número de horas distinto de 40, se valorarán proporcionalmente.

d)    Eficiencia.- Tendrá validez la ficha escalafonaria y se evaluará con la puntuación que se le haya otorgado, tenga o no los 720 puntos que se marcan como máximo. La ficha escalafonaria oficial se homologará a 1000 puntos, a través de la aplicación del procedimiento de la regla de tres. Se evaluarán las últimas tres fichas.

e)    Militancia sindical.- Se evaluará con la presentación de la constancia anual expedida por el Comité Ejecutivo Delegacional o el Representante Sindical, constatando con las hojas de registro de cada una de las actividades computadas.

En la tabla siguiente se establece el valor porcentual de cada uno de los factores:

 Factor %
Antigüedad en el servicio 25
Preparación profesional 25
Actualización profesional 5
Eficiencia 25
Militancia Sindical 20
Total 100

Se enfrentó entonces la parte oficial con la naciente parte sindical, los primeros defendiendo el romanticismo heredado de sus antecesores respecto al apostolado magisterial, la normativa y la aplicación del escalafón establecido y los segundos enarbolando la bandera recién confeccionada de “Democracia sindical, 100% de aumento salarial y 90 días de aguinaldo para todos” ofertas que fueron difícil de rechazar por la mayoría de los educadores y de los compañeros de apoyo a la educación.

Creció como espuma el movimiento, nadie podía rechazar que unidos, se lograrían las tan anheladas pretensiones, surgieron caudillos magisteriales que se fueron apoderando de las delegaciones sindicales en todo el estado, se cerraron supervisiones y direcciones de escuela porque los titulares no querían unirse a su causa, fueron vejados y humillados los maestros “Charros” opositores a sus principios “democráticos”, se dividieron centros de trabajo, se dividieron familias, se dividieron sectores, en fin se dividió el sistema educativo en el estado.

Se empezó pues a convocar a marchas, mítines, plantones, cuotas económicas, reuniones y demás actividades que tenían una puntuación asignada para los que asistieran y en cambio el repudio total para los que faltaran a ellas, el marchómetro se convirtió en el amo y señor de las calificaciones sindicales, aún por encima de la Actualización del Maestro y que permitió que a cambio de seguirlo al pie de la letra, se otorgaran prestamos, cambios de adscripción, permisos, etc. Lo más lamentable de esto fue, que gracias a ese “escalafón por kilometraje” se otorgaran ascensos a Direcciones, Supervisiones y Jefaturas de sector. Surge el paralelismo en los nombramientos y con esto la debacle de la normativa de la Secretaría de Educación en el Estado ya que el “marchómetro” permitió también llegar a ocupar puestos administrativos en la SEE y políticos en presidencias municipales y diputaciones locales.

Así pues, unos por convicción y la mayoría por conveniencia engordaron el caldo a los falsos redentores que desde hace mucho se han olvidado de aquel lejano 100% de aumento salarial y de los 90 días de aguinaldo, se dejaron el mote de “Democráticos” y le quitaron lo sindical, se convirtieron en el terror de sus agremiados y los siguen forzando a sus actividades “Marchistas-Leninistas”, gente de supuesta izquierda que ocupa los puestos administrativos de la parte “Oficial”, que tiene a sus familiares y amigos dentro del sistema educativo, que bajo falsas promesas controlan a las escuelas formadoras de docentes, que defienden al Sub-Comandante Marcos, Los Acuerdos de San Andrés Larrainzar, Las demandas de San Salvador Atenco, se manifiesta en contra de la ACE, de las Reformas energética, educativa, fiscal, que se gastan un promedio de medio millón de pesos diarios para solo comer por estar en el plantón del zócalo de la ciudad de México, sin contar los gastos de transporte y las miles de casas de campaña nuevas que ostentan y que nadie sabe de donde provienen esos recursos, pero que no han reflexionado que en el aula, desde hace casi 25 años, abandonaron a la materia prima de su desvalorada profesión, Los niños y niñas que son los menos responsables de lo que pueda pasar en México pero sin duda alguna los más perjudicados en su formación para un mundo global y de competencias, ellos y sus padres son los que deberían estar manifestándose en las calles exigiendo sus derechos a tener educación de calidad para arribar a un futuro mejor.

Viendo todo esto la pregunta sigue siendo ¿Quién tiene, en Michoacán, la rectoría de la educación?

 

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