DESDE LA IZQUIERDA.

Michoacán, política a la altura de las circunstancias.

Víctor Manuel  Báez Ceja.

Victor Manuel BaezDirigente estatal del PRD.La historia ha querido encontrar en Michoacán un espacio en el cual logre desdoblar acontecimientos o hechos que al final han transformado el destino de México. Desde la derrota que nos cuentan los anales de la historia, infringieron los pueblos purépechas a los aztecas en Taximaroa; una vida colonial muy activa, en donde nació un virrey; el legado de los jesuitas y su posterior expulsión; el rectorado de Miguel Hidalgo; la conspiración de Valladolid; las batallas triunfadoras de José María Morelos; el ideario de Ocampo, padre filosófico de la Reforma; cuna de revolucionarios; la tierra del Cardenismo; y más recientemente, la tierra de donde surgieron los movimientos democratizadores en México, encabezados por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano.

Por donde se quiera ver, de esta tierra  han surgido grandes hombres, grandes movimientos, grandes propuestas y grandes soluciones a los problemas, los retos y las vicisitudes que hemos enfrentado como Nación. Michoacán forma parte de esa pléyade de entidades que son simiente de los grandes cambios y transformaciones, y que por ende está marcada por la historia.

El pueblo michoacano, es un pueblo con alto nivel de conciencia política, sabedor de su papel histórico a jugar, y con una gran capacidad para organizarse, para tomar decisiones y enfrentar los retos y los problemas.

En el último año y medio Michoacán ha enfrentado una de las peores crisis de inseguridad, violencia, ingobernabilidad, estancamiento económico, crisis financiera, inestabilidad política, ausencia de gobierno, vacío de poder, en resumen, un estado fallido y un gobierno fracasado.

Las razones del actual desastre hay que buscarlos en muchas causas, que van desde el abandono federal de décadas, la falta de inversiones públicas y privadas de gran calado, el fracaso de todo tipo de programas sociales y obras públicas, y el asentamiento de grupos delictivos que aprovechan la accidental geografía estatal.

Sin embargo, estos problemas no son nuevos para Michoacán, y estos escenarios ya se han vivido en el pasado. Ocampo, como gobernador, enfrentó problemas de mayor calado que los que actualmente afectan al estado, lo mismo enfrentó Lázaro Cárdenas del Río, los cuales apostaron por el talante de los michoacanos para enfrentar los problemas, más que sujetarse a la lógica de grupos o de partidos.

La peor crisis michoacana de la historia moderna requiere de emprender una política de altura de miras, de visión a largo plazo y de que los grupos en el poder sacrifiquen sus intereses cortoplacistas por los intereses supremos de los michoacanos.

La actual administración en funciones no ha dado muestras de tener la experiencia, los arrestos, el talento y las ideas para hacer frente a los retos actuales de Michoacán, por ende corresponde a toda la clase política, productiva, social y civil entrar al relevo, y emprender la toma de decisiones, hacer las propuestas necesarias, y asumir los retos del estado.

Los partidos estamos obligados a emprender un ejercicio político de altura, con propuestas y tendientes puentes de diálogo con todos los sectores.

El gobierno estatal, lo que queda de él, debe de ponerse a trabajar y dejar de polarizar y dividir a los michoacanos.

El sector económico y productivo debe hacer un esfuerzo, invertir en Michoacán, generar empleos y solidarizarse con los ciudadanos.

El gobierno federal debe abandonar la lógica de beneficios políticos y apoyar al estado sin cortapisas. Se requiere de un esfuerzo especial y extraordinario de gran trascendencia.

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