EL VALOR DE LA ACCIÓN.

Se influyente.

Alfonso Rios Ruiz.

Abogado.

Poncho RSe han escrito innumerables posiciones en base a la personalidad y el carácter del ser humano, la personalidad es un constructo psicológico, que se refiere a un uso dinámico de características psíquicas de una persona, a la organización interior que determina que los individuos actúen de manera diferente ante una circunstancia. El concepto puede definirse también como el patrón de actitudes, pensamientos, sentimientos y repertorio conductual que caracteriza a una persona y que tiene una cierta persistencia y estabilidad a lo largo de su vida de modo tal que las manifestaciones de ese patrón en las diferentes situaciones posee algún grado de predictibilidad.

El carácter es el sello que nos identifica y diferencia de nuestros semejantes, producto del aprendizaje social. Esto nos hace pensar que somos personas únicas que poseemos un conjunto de reacciones y hábitos de comportamiento único que a lo largo de nuestras vidas hemos adquirido.

Pero podemos identificar a la personalidad de un ser humano muchas veces por un rasgo material, por el modo de hablar o de vestir, por una posición económica, tanto personal como familiar, coloquialmente es una fachada, lo que los demás perciben de nosotros.

Y algunas ocasiones dicha percepción se ve afectada cuando lo que se aparenta en realidad, es una actuación basada en elementos externos, y cuando estos sufren alguna variación.

Por el contrario, el carácter se desarrolla y fundamenta en principios, valores que con el tiempo se van cimentando, cierto es que el carácter sano o positivo no se nace con el si no que se va formando en cuestión a las experiencias que la mayoría de las ocasiones nos provocan sacar una fortaleza.

Una sociedad influenciada por un carácter basado en principios y valores puede tener la credibilidad de que será constante, estable y positiva.

La personalidad produce atracción, pero el carácter sano produce confianza, no es malo tener una buena personalidad, pero es muy importante que esta personalidad este construida sobre el carácter y no sobre algo subjetivo o variable.

Por ello es que el Valor de la Acción ante cualquier circunstancia sea que te sientas influyente para la sociedad, que todo aquello que hayas vivido y que te haya forjado, te haga mostrar un carácter que pueda dar confianza ante las situaciones que hoy vivimos, sé influyente para que los demás te sigan como un ejemplo con liderazgo y no como una portada vulnerable y cambiante ante los obstáculos y los problemas.

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